Bubble toes.

Es gracioso cuando conoces a alguien y te quedas fascinada desde el minuto en que lo conoces. Nos presentaron (para colmo: por teléfono) para ir a un quinceañero, yo odiaba eso de salir con gente que no conocía, ni mucho menos que ni siquiera había visto en mi vida, pero para un sábado por la noche y con 17 años encima sonaba una idea tentadora.

Se llamaba Pedro, tenía 19 años en ese entonces, estudiante de derecho con ideas izquierdistas, estaba en el equipo de Tae Kwon Do de su univ, tocaba la guitarra en un grupo “no tan conocido” en ese entonces, sabía montón de música y teníamos los mismos gustos en ella. Tenía lo que se necesita para llamar “ligeramente” mi atención y lo logró.

La primera noche que nos conocimos andábamos los dos lindos y elegantes para la fiesta. Yo no tenía expectativa alguna, excepto la de salir a divertirme, a ver un montón de mocosos ebrios y con suerte a alguien conocido. 10 minutos antes de salir, caí en cuenta de que me habían arreglado una cita a ciegas y yo había aceptado inocentemente, porque obviamente yo no lo conocía en persona, en eso el timbre interrumpió mi pensamiento neurótico, era él, no había opción a equivocarme, ni a arrepentirme a última hora. Cuando abrí la puerta no vi a nadie, excepto a un chico notablemente nervioso que se escondía y espiaba detrás de un auto gris con una botella de agua en la mano y que cuando me vio salir obviamente lista, cambiada y arreglada para la fiesta le cambió la expresión de repente, salió de la sombra y corriendo me dijo “ Hola, Soy Pedro!!!”. No era muy alto pero tampoco bajo, pelo castaño, ojos pardos, con ligera ascendencia japonesa, impecablemente vestido. –Nada mal…- Pensaba yo.. Supongo que se habrá asustado él también por saber con quién lo habrían emparejado para esa noche, pero al verlo correr para que no le cerrara la puerta en la cara supe que no se había arrepentido.

Recogimos a unos amigos más y nos fuimos. La pasamos muy bien esa noche, claro que todos eran menores y nos sentíamos “los muy maduros para esa fiesta” pero aún así estábamos pasándola bien. Bailamos y conversamos toda la noche, era jodidamente atento (como nunca lo habían sido conmigo) teníamos los mismos gustos en música y quedamos en intercambiar discos pero simplemente era una típica excusa para vernos de nuevo. Antes de dejarme en casa paramos para comer algo, los dos elegantes y la gente mirándonos como bichos raros. Nos divertimos burlándonos de ellos..

Unas dos salidas después..cuando ya había muchísima más confianza y química… regresábamos de un concierto cuando me pidió que sacara un Cd de la guantera para oírlo, era un Cd de Jack Johnson, al cual yo no conocía para ese entonces y la primera canción que sonó al ponerlo me fascinó..: “Bubble toes”, me quedé pegada, subí el volumen y solo le dije..

- ¡Yo lo quiero!
- Sabía que te iba a gustar..
- y este..aguanta ¿porque hay una patrulla detrás de nosotros?
- ¡¿Me pasé la luz roja?!
- Ahm... era luz ambar…
- Shit… ¿creo que era roja?

Terminamos en la comisaría por una infracción dizque grave, ni siquiera la luz del semáforo estaba en rojo!! Y él como todo “futuro” abogado juro que los denunciaría claro está. Debo decir que me sentí culpable por haberlo distraído quizás? Y aunque él insistió en dejarme en mi casa primero, le dije que lo acompañaría de todas maneras a la comisaría.. no lo iba a dejar solo después de todo ¿no? No es mi estilo…

A las horas y después de mucho papeleo nos quedamos conversando al costado del policía con el ruido de la maquina de escribir de fondo…

- Me divertí después de todo… jaja. – me dijo.
- ¡¡Te burlas!! ¬¬’
- Nah… no hay forma de pasarla mal estando contigo.
- Calla.. =( tu madre me debe estar odiando…
- (Me beso… Nos besamos.)
- …¿ya ves porque me debe estar odiando?.. jajaja.
- ¿DISCULPEN? – dijo el policía, con voz de pocos amigos.- Eso es todo, firme el documento y puede retirarse.

Nuestro primer beso fue en la comisaría y aunque suene raro, fue perfecto en su momento… Y así como todo tiene su final, esta historia no fue la excepción y no fue muy bueno que digamos… pero me gusta recordarlo así. Cada vez que escucho “bubble toes” o alguna canción desde Pink Floyd hasta Catupecu Machu (Banda argentina que le encantaba).

Hace semanas lo ví de lejos y dude que fuera él, estaba con tabla de surf en mano y su hermano al lado, pelo un poco mas largo de cómo lo tenía y una trenza mas larga, notablemente mas delgado. Dudo que me haya visto, pero algún día estoy segura que nos daremos el encuentro cara a cara y me gustaría ver que expresión pondría esta vez.

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En vivo!!!..2x1.. buena banda sonora para que te detenga la policía.

Bubble Toes - Jack Johnson


ESCRITO POR LA DOC.